Prólogo: Leo estas palabras unos días después de haberlas escrito y en algunos momentos parecen pedidos un poco superficiales. Pero luego recuerdo la bronca que me da que ocurran esos pequeños hechos y creo que por justicia a esa parte de mi ser tengo que publicarlas. Sin embargo, antes quiero decir que sé que hay temas muchos más importantes que tratar, porque no vivo en un termo. Sé que muchas de las personas que me cruzo cotidianamente tienen vidas mucho más complicadas y esforzadas que yo. Pero no considero que eso sea una justificación para que se empujen unos a otros cuando salen del tren, por ejemplo. Considero que una sociedad más justa y agradable necesita que la gente se respete entre sí, aun en los más pequeños actos cotidianos.
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Este es un tema recurrente para mí. ¿Por qué si yo hago todo lo posible por hacer de mi mundo cotidiano algo mejor, más del 50% de la gente que me cruzo por la calle no lo hace?
Son cosas sencillas, pero parecen ser complicadísimas para mucha gente que hace que mi vida sea un poco peor cada día.
Ejemplos (todos de viaje en transporte público):
1º- Tirar los papeles en el piso. ¿Qué necesidad hay? ¿Cuál es el motivo que le impide a una persona guardarse el papelito en el bolsillo o cartera y esperar a encontrar un tacho? ¿Por qué comiendo un alfajor al bajar del tren lo tiran en el piso del propio tren que después un montón de gente igual al que tiró el papel tiene que usar y aguantarse la mugre de otro? Yo, por ahora lo único que puedo hacer es decir: "¡¿Por qué en el piso?!" A lo que siempre responden con indiferencia como si no me hubieran escuchado y siguen su camino. No puedo explicar lo furiosa que me pone. ¿Alguien me puede qué sentido tiene?
2º -Escuchar a todo volumen los temas que se llevan en el celular. Otro hecho sin sentido que perturba mis "placenteros" viajes en el transporte público. Ya bastante ruido ambiente hay (no quiero sumar a los que venden cds truchos y ponen sus parlantes a todo lo que da porque seguramente no tienen otro modo de ganarse la vida) como para que venga un adolescente de cualquier tribu urbana a ponerme a todo lo que da su cumbias, reggaetones o lo que sea. Digo adolescentes porque es lo que más ocurre pero he tenido oportunidad de presenciar el insólito caso de ver a dos policías muy entretenidos en que todo el vagón escuchara su música. Es realmente un acto muy estúpido porque la mayoría de las veces esos adminículos vienen con unos auriculares que te permiten escuchar lo que te gusta y que el que está al lado pueda escuchar lo que a él le gusta, o charlar con el de al lado... qué sé yo. Pero yo no quiero escuchar la música que tiene otro en su celular. Me niego y me pone de mal humor.
3º - Cuando llegás a la estación deseada y los que quieren subir pretenden hacerlo a través de la gente que baja. ¿Por qué no esperar a que bajen los que tienen que bajar y después subir? Yo lo hago y nunca perdí un tren por hacerlo.
4º - El tren llega a destino con muchísima gente y los que están atrás me empiezan a empujar sin pensar en que adelante hay una masa de personas que no nos permitirá avanzar más rápido ni a él ni a mí que soy brutalmente empujada. Nadie ahorra tiempo y yo me gano algún que otro moretón y disgusto. ¿Acaso hay que tener fuerza de boxeador para salir ilesa de la estación de tren? Aquí sí que debería practicarse esa distinción de géneros que tantas veces se practica incorrectamente para decir que las mujeres somos menos inteligentes que los hombres. Eso sí que nadie se lo olvida, ahora: que el cuerpo de algunas mujeres puede ser más frágil en promedio que el de la mayoría de los hombres nadie lo tiene en cuenta en el tren.
Yo siempre digo que esa gente después no se puede ni quejar de los gobernantes. Se quejan de que hacen las cosas mal. ¡Ja! Ellos también las hacen en la medida en que les da su posición en esta sociedad. ¿O de dónde se piensan que salen los políticos sino de la misma sociedad? (En realidad es un ida y vuelta y producto de años y años de muchas carencias sociales, culturales, educativas... etcétera... Pero en este momento estoy enojada y no quiero pensar más...)
¿Indignada? Sí, claro.
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Este es un tema recurrente para mí. ¿Por qué si yo hago todo lo posible por hacer de mi mundo cotidiano algo mejor, más del 50% de la gente que me cruzo por la calle no lo hace?
Son cosas sencillas, pero parecen ser complicadísimas para mucha gente que hace que mi vida sea un poco peor cada día.
Ejemplos (todos de viaje en transporte público):
1º- Tirar los papeles en el piso. ¿Qué necesidad hay? ¿Cuál es el motivo que le impide a una persona guardarse el papelito en el bolsillo o cartera y esperar a encontrar un tacho? ¿Por qué comiendo un alfajor al bajar del tren lo tiran en el piso del propio tren que después un montón de gente igual al que tiró el papel tiene que usar y aguantarse la mugre de otro? Yo, por ahora lo único que puedo hacer es decir: "¡¿Por qué en el piso?!" A lo que siempre responden con indiferencia como si no me hubieran escuchado y siguen su camino. No puedo explicar lo furiosa que me pone. ¿Alguien me puede qué sentido tiene?
2º -Escuchar a todo volumen los temas que se llevan en el celular. Otro hecho sin sentido que perturba mis "placenteros" viajes en el transporte público. Ya bastante ruido ambiente hay (no quiero sumar a los que venden cds truchos y ponen sus parlantes a todo lo que da porque seguramente no tienen otro modo de ganarse la vida) como para que venga un adolescente de cualquier tribu urbana a ponerme a todo lo que da su cumbias, reggaetones o lo que sea. Digo adolescentes porque es lo que más ocurre pero he tenido oportunidad de presenciar el insólito caso de ver a dos policías muy entretenidos en que todo el vagón escuchara su música. Es realmente un acto muy estúpido porque la mayoría de las veces esos adminículos vienen con unos auriculares que te permiten escuchar lo que te gusta y que el que está al lado pueda escuchar lo que a él le gusta, o charlar con el de al lado... qué sé yo. Pero yo no quiero escuchar la música que tiene otro en su celular. Me niego y me pone de mal humor.
3º - Cuando llegás a la estación deseada y los que quieren subir pretenden hacerlo a través de la gente que baja. ¿Por qué no esperar a que bajen los que tienen que bajar y después subir? Yo lo hago y nunca perdí un tren por hacerlo.
4º - El tren llega a destino con muchísima gente y los que están atrás me empiezan a empujar sin pensar en que adelante hay una masa de personas que no nos permitirá avanzar más rápido ni a él ni a mí que soy brutalmente empujada. Nadie ahorra tiempo y yo me gano algún que otro moretón y disgusto. ¿Acaso hay que tener fuerza de boxeador para salir ilesa de la estación de tren? Aquí sí que debería practicarse esa distinción de géneros que tantas veces se practica incorrectamente para decir que las mujeres somos menos inteligentes que los hombres. Eso sí que nadie se lo olvida, ahora: que el cuerpo de algunas mujeres puede ser más frágil en promedio que el de la mayoría de los hombres nadie lo tiene en cuenta en el tren.
Yo siempre digo que esa gente después no se puede ni quejar de los gobernantes. Se quejan de que hacen las cosas mal. ¡Ja! Ellos también las hacen en la medida en que les da su posición en esta sociedad. ¿O de dónde se piensan que salen los políticos sino de la misma sociedad? (En realidad es un ida y vuelta y producto de años y años de muchas carencias sociales, culturales, educativas... etcétera... Pero en este momento estoy enojada y no quiero pensar más...)
¿Indignada? Sí, claro.