martes, 25 de mayo de 2010

Nuevo blog

Hola a todos! Quiero avisar que estoy intentando comenzar un nuevo blog...

Y con esto le doy un cierre ¿temporal? a las Crónicas.

Ya no necesito tanto contar mis impresiones de una manera tan personal.

Veremos cómo me va acá:


No es muy original pero es lo que soy. Tal vez elija el nombre Crónicas Celestes para el título. Veremos.

¿Nos vemos ahí?

domingo, 7 de febrero de 2010

Crónica 59 - Ser o no ser

"Serás lo que debas ser o no serás nada"

I
¡Madre mía! No estoy siendo lo que debería ser.

De todas las cosas que debería ser, esto no es ninguna. En serio, hay muchísimas cosas que debería ser, y me harían feliz y sin embargo, no elijo jugarme por ninguna.

¿Qué demonios me pasa?

¿Voy a desperdiciar toda mi vida en cosas que no me hacen feliz porque son, supuestamente, más seguras?

II
Un poco, de a poquito, voy siendo lo que debo ser. Mi visión sobre mí misma varía de un momento a otro.

sábado, 6 de febrero de 2010

Crónica 58 - Tiempo

¿Qué hacer cuando sentimos que el tiempo no es nuestro?

Todos rigen mi tiempo. Con relojes, con pedidos, con urgencias, con pretextos. Hay que hacerlo, porque es lo que hay que hacer.

No me gusta. No le veo el sentido.

No entiendo.

Es como que el verdadero sentido de todo es mucho más simple. Pero sobre ello construimos tantas instancias que nos alejan que ni siquiera nos damos cuenta de lo lejos que estamos.

¿Qué hago?

¿Qué decisión tengo que tomar?

domingo, 10 de enero de 2010

Crónica 57 - Lectores emocionados

Muchas veces cuando leemos un libro nos quedamos maravillados por la genialidad del autor para decir tal o cual cosa. Por su manejo de la ironía, por su delicadeza para la crítica o por otros múltiples motivos imposibles de enumerar en su totalidad.

Muchas veces al quedar tan estupefactos queremos compartir la genialidad del autor con cualquiera que tengamos al lado.

Si ese supuesto amigo que tenemos ahí leyó al autor recientemente, engranará en nuestra emoción y terminaremos agradablemente hablando y exaltándonos mutuamente.

Si lo leyó hace algún tiempo, nos dirá algo que demuestre que sabe que es genial y que también se emocionó cuando lo descubrió, y no mucho más.

Ahora, si aquel al que nos dirigimos no ha descubierto aún las maravillas y bondades del autor o texto al que nos referimos, lo mejor será desisitir del intento de que se emocione como nosotros. Lo ideal sería recomendarle que lo lea y guardarnos toda la emoción para cuando lo descubra y se exalte tanto como nosotros.

martes, 15 de diciembre de 2009

Crónica 56 - Si ellos supieran

Si ellos supieran, si tan sólo percibieran la mística, la simbología, la hermosura de la poesía que conlleva la revolución.

Si pudieran darse cuenta de que detrás de esa apariencia dura que está dispuesta a cualquier cosa por un mundo más justo para los más postergados, hay toda una construcción sensible de poetas y artistas. Hay símbolos de la lucha más eterna.

Una construcción que llega a los sentidos. Que hace que la piel se sienta más suave y perceptiva. Que los ojos y oídos quieran sentir esa mística que no es mística sino sensibilidad por lo más maravilloso que el ser humano puede hacer: sentir que el otro es igual a uno, que mientras que uno esté mal y viva en la miseria todos viviremos en un mundo miserable.

Yo siento eso al verlos.

Los comprometidos, los militantes, rescatan la historia pasada y cuentan historias donde espigas de trigo y claveles rojo cobran un sentido único y hermoso. Donde flores, aromas, lugares, paisajes, personas se convierten en símbolos que se pueden sentir.

La clase media está dormida. Transita la vida sin importarle nada demasiado. Vive, ve la tele (lo que haya, no le importa), quiere comprarse todo lo nuevo, las nuevas tecnologías lo maravillan. Y se pierde, sin saberlo y sin quererlo, de sentir esa fascinación por las cosas simples pero importantes. Por sentir pasión por una idea.

Y se pierden las obras de arte que puede producir esa pasión por una idea.

No estoy en contra del arte-porque-sí. Él también dice algo y muchas veces es expresión de la angustia y los sentimientos extraños que produce el no saber bien dónde estamos parados. Pero cuando detrás de una canción, de un poema, hay un ideal de vivir en un mundo más justo, esa pieza artística conmueve los sentidos. La piel se sensibiliza y es el más maravilloso arte.

Un arte fino y delicado.

Delicadeza que muchas veces queda tapada por las acusaciones de violencia y extremismo que soportan los militantes que el capitalismo no quiere. Acusaciones que reciben por parte de los que suponen que todo tiene que seguir así de injusto.

Ellos se lo pierden. Se irán de este mundo sin haberse permitido sentir lo que el ser humano puede hacer cuando se conmueve realmente por algo importante.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Cronica 55 - ¿Y mi juventud?

Hoy esperando el colectivo siento que me tocan el hombro. Es una chica de alrededor de 14 años que también está esperando con su blanco delantal del colegio. Y me pregunta:

-"¿Hora tendría?"

Sí, así sin la S al final. No tendrías sino tendría.

Me trata de usted.

Ella, que tiene 14, a mí, que sólo tengo 24.

Aturdida le digo: "Eeehh, 6 menos cuarto".

Y me quedo pensando.

"Ya está. Soy oficialmente vieja"

viernes, 20 de noviembre de 2009

Crónica 54 - Correr y nunca llegar

Corro. Sigo corriendo detrás de cosas que no me hacen feliz.

Algunas me harían feliz, si las otras no se interpusieran.

¡Y yo pensé que había parado! Qué ilusa. Siempre sigo corriendo. Y todos me agregan metas. Pequeñas, sí. Cada una pequeña en el mundo de los demás... Y yo no puedo decir que no.

Yo lo hago. Yo te ayudo. Digo.

Nadie lo va a poder hacer si no lo hago yo. Nadie lo va a hacer bien. A nadie le puedo explicar cómo se hace y que lo haga a mi manera. Pienso.

Y ahí voy. Agregando metas que nunca cumplo en término. Siempre todo es para ayer y yo lo termino sin dormir a último momento.

Antes me echaba la culpa a mí misma. A mi capacidad para retrasar las cosas.

Ahora por lo menos me di cuenta de que mi defecto no está en retrasar las cosas, está en aceptar hacer tantas que termino por acumular tamaño tal de responsabilidades que no puedo cumplir con todo en tiempo y forma. Y me hace sentir mal.

Pero muchos piensan que estoy de parranda. ¡Ja! El día en que esta persona que escribe pueda estar de parranda tan siquiera un mes sin aceptar ninguna obligación que la haga infeliz hacemos una fiesta.