miércoles, 14 de octubre de 2009

Crónica 52 - Refugio musical para las frustraciones

Una vez más encuentro refugio temporario en una canción. El agradecimiento hacia los autores e intérpretes de este tipo de canciones que me consuelan en momentos de angustia es infinito. Y creo que nunca podré expresarles correctamente lo que significan sus obras para mí. Y aunque lo hiciera, algunos nunca llegarían a comprender la magnitud de lo que hacen por las almas sensibles.

Es más que un cantante musicalizando la partida de un amor que dejó roto el corazón. Hablo de sentimientos mucho más sutiles y que, por eso mismo, nunca deja de sorprenderme que alguien más los pueda plasmar tan sintética y claramente en una canción.

Ese refugio y sensibilidad provocados por la música y las letras más bellas que pueden acompañarla es algo que me encanta experimentar.

Pero, por otro lado, me cansa que esporádicamente siempre pase lo mismo.

Sería la mejor sensación haber tenido una vocación que seguir y dejar todo para lograr objetivos con esa vocación.

Pero me falta. Nunca la tuve.

Lo peor es estar sin rumbo.

¿Para donde voy ahora?

Si todo lo que intento me sale a medias... si siempre hay alguien al lado al que le sale más fácil y mejor, como si hubiera nacido para ello.

Creo que tengo potencial para algo. Pero, ¿para qué?