viernes, 26 de diciembre de 2008

Crónica 26 - Tampoco quiero ser Piti Álvarez

La inspiración se fue... Es raro. No me gusta no tener ideas, porque siento que se va una parte de mí.

Se lo cuento a la familia y me dicen: escribí eso. Está bien. Pero otro me dice: "Tengo muchas ganas de escribir una canción pero no se me ocurre nada". ¡No! Por Dios, que no me convierta en una réplica del cantante de Intoxicados. Sobretodo porque él tiene la excusa de las sustancias que carcomieron su cerebro. Yo no tengo más excusa que haber sobrecargado mi mente de obligaciones durante el año.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Crónica 25 - No quiero ser una más del montón

Y de repente sentí algo que no había experimentado en toda mi vida. Un sentimiento maligno.

Hacía un calor extremo. La vuelta en tren del trabajo hoy resultaba un tanto más placentera porque, extrañamente, había conseguido asiento. En el mismo espacio en el que me encontraba otras 3 mujeres jóvenes iban sentadas. Dos eran amigas, no charlaban todo el tiempo, pero de vez en cuando intercambiaban algún comentario sobre algo que recordaban o veían en el tren. La otra no recuerdo qué hacía, o si escuchaba música, porque yo iba leyendo absorta la última parte de una saga apasionante sobre vampiros.

Y de repente ocurrió lo que ocurrió. La mujer que iba al lado mío se paró para dejarle el asiento a una señora que yo no veía pero, supuse, estaría embarazada o tendría un bebé en brazos. Primer pensamiento maligno: menos mal que estoy del lado de la ventanilla, así no me tengo que parar. Sin embargo, esta primera reacción no me sorprendió, ya que venía cansada y después de todo no soy perfecta, sólo un ser humano que la mayoría de las veces es solidaria.

Pero, de pronto, vi cómo se acercaba la señora con una beba en brazos en cuestión... Con otros 3 chicos muy pequeños más, y una amiga o hermana un poco más chica que ella.

Ese fue el sentimiento maligno . ¡Qué bronca! Había un sólo asiento para todos. Tendría que pararme, y realmente me sentí asombrada de lo mucho que me molestó el hecho. Me disponía a guardar el libro en el que tan placenteramente iba inmersa, cuando vi que las otras dos chicas se levantaban. "Ya fue", pensé, "ya tienen todo el lugar que se merecen". Aunque inmediatamente otra voz en mi cabeza, la que escribe esto indignada, respondió: "¿Cómo todo el lugar que se merecen? ¿Es que acaso pensás que no tienen derecho a sentarse en el tren?". "No", respondió mi diablito que hasta ese momento no había tenido nunca trabajo - que yo recuerde - "¿por qué tiene que venir con tantos chicos juntos?"

Lo sé, soy una basura. Esos pensamientos totalmente irracionales son lo que más detesto. Esa falta de consideración hacia los demás también.

¿Será que me estoy convirtiendo en una más del montón? Espero que no.

Que la empresa de trenes que anda mal, que tener que trabajar todos los días no me haga una más de esas personas a las que no les importa nada. Por favor, que no pierda lo único de cordura que me queda.

jueves, 16 de octubre de 2008

Crónica 24 (¿Feminismo o estupidez?)

"Yahoo! Argentina lanza “Mujer”, un sitio dedicado a ellas."

¡¡¡La pucha!!! Otra vez los medios o empresas multimediáticas se piensan que es verdad esa frase tan popular como inexacta de que "Todas las mujeres son iguales". ¿Por qué no sacan un sitio que se llame ¿¿Hombre??? y ponen ahí todo lo que sospechan que les interesa a todos los hombres. Excluyo los sitios pornográficos porque no se ajustan a aquello de lo que estoy hablando, aunque también haya discriminación en esos sitios, ni hablar de ver a la mujer como objeto.

¡Cierto! Seguimos en el siglo XIX... O XVIII o menos... donde lo "serio", como la política, la economía, las noticias de sociedad, las estadísticas, los estudios sociológicos, la literatura etc, siguen siendo destinados únicamente a los hombres. Por eso no necesitan un sitio especial dedicado a ellos. Además porque para su diversión tienen los portales de noticias deportivas, obviamente dirigidos a los machos. Porque "las mujeres" no sabemos nada de fútbol. ¡Ja!. ¿Qué diría mi amiga futbolista de esto? ¡Ah! ¿Y los demás deportes? También son relegados. Como "LA" mujer. Al ser incluida como categoría especial.

Los que hacen esos sitios creen que a la mujer le interesa: el sexo, la cocina, los hombres, la moda, cómo llevar adelante el hogar, los chimentos del espectáculo. ¡Cómo si ya no estuviéramos repletos de medios que hablan de estas cosas, ellos agregan uno más que repite lo mismo pero se dirige específicamente a la mujer! Esa mujer "actual". Déjense de hinchar. Yo soy una mujer actual y me interesan muchas otras cosas. Las mismas que le pueden interesar a cualquier hombre. No necesito un sitio que me diga qué tengo que leer si soy mujer.

Leo lo que quiero. Si soy una mujer a la que le gusta la música, busco sitios dedicados a la música. Si soy una mujer interesada en los deportes, abundan las publicaciones sobre este tema. Y así sucesivamente.

A mí no me habla un sitio que se llame "Mujer". Me habla un sitio que esponga ideas interesantes. Y punto. Y si alguien encuentra una continuidad de ideas interesantes en un sitio o suplemento que se llame Mujer, que me avise. Recomendaré que se llame de otra forma porque entonces sería una exposición de ideas que podría leer cualquiera, sin importar el género.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Crónica 23

Quiero creerle a Scalabrini Ortiz. Porque me daría una aproximación acerca de por qué de adolescente me sentía así. Resulta que este señor me explica: "El porteño es hombre de morosidades, y no está arrepentido de ello. Esa morosidad embota las facultades intelectuales. Por otra parte, el porteño de es hombre de entendimientos fatigosos: no los desea, ni los busca. El porteño admira la inteligencia que actúa desprevenida en un hecho inesperado: la sutileza, la sagacidad, la astucia, la elección acertada. Pero el porteño desdeña la inteligencia que se vanagloria de sí misma, la inteligencia que no se aboca a los planteamientos de la vida común, esa inteligencia conceptual que se nutre de libros, de teorías, y no de sensaciones"*

Ahora bien, yo siempre fui más del segundo tipo. ¿Inteligencia práctica? ¿Qué es eso? Nunca la tuve. Mi hermana me dijo hace poco: vos entendés lo más complicado, pero las cosas simples no las entendés. Y tiene razón.

Esto que decía Scalabrini Ortiz viene a explicarme que una de mis amigas de la adolescencia al decirme ciertas cosas no se daba cuenta de lo mal que me hacía. "Ser inteligente no es sacarse 10 en el colegio", me aseguraba siempre, por ejemplo, cuando yo no sabía preparar alguna comida o hacer alguna manualidad con los elementos que encontráramos en el momento.

Lo que entiendo, tomando las palabras de este autor que estoy leyendo, es que ella siempre estuvo más en sintonía con la idiosincracia argentina. Y yo, soy rara.

No me hace sentir mejor ni peor. Simplemente puedo teorizar de alguna manera ciertas cosas que me pasaban... y me siguen pasando.

Yo debo ser una abstracción extraña. Pero, esperen, si en Argentina hay muchos intelectuales. Sí, claro, pero no tantos intelectuales como habitantes. Además, la mayoría de la gente no admira a los intelectuales como, supongo, debe pasar en otros países. Admira a la que se desnuda en televisión cuando supuestamente debería estar bailando o patinando. Admira, no porque la tome como ejemplo, sino porque la mira y se pasa horas viendo como los otros la admiran también y hablan sobre ella. Es así. Que nadie me venga con elucubraciones mentales hoy. Me gustaría que mi pueblo fuera diferente. Pero es el que me tocó. Y, ¿qué voy a hacer? Lo mismo de siempre. Tratar de ignorar a la masa y quedarme con ese mínimo porcentaje de intelectuales, artistas y personas que están en mi sintonía. Que no sé cuál es. Pero supongo que está formando también parte de ese ser argentino.





* Raúl Scalabrini Ortiz - "El hombre que está sólo y espera"

sábado, 23 de agosto de 2008

Crónica 22

No entiendo por qué la gente me reclama todo el tiempo que haga cosas que demuestren que estoy pendiente de ellas. Yo no pediría algo así a nadie, si no sale de su propia intención no vale nada.

No dependo de nadie tanto como para pedirle que me llame, me mande un mensaje, venga a mi casa, me hable en el msn, se conecte para hablarme... No es que no quiera a nadie... No se trata de eso... Tal vez soy la persona más afortunada del mundo y por eso no lo necesito...

Estoy lejos de sentirme la persona más afortunada del mundo... Digo que tal vez lo soy y no me doy cuenta

Últimamente dudo mucho de mis diferencias con la mayoría de los demás seres humanos.

viernes, 22 de agosto de 2008

Crónica 21

El transporte público es uno de los lugares donde más me inspiro. Debe ser porque para no tener que aguantar que mi cerebro me diga lo mal que estoy viajando, me refugio en mis pensamientos. Hace mucho tiempo que no me siento en el colectivo a las 7 de la mañana de un lunes. Todos los escolares vistiendo su guardapolvo para empezar la tediosa jornada educativa. Hacía mucho tiempo que no me veía obligada a recordar mi propia etapa de alumna. Pienso aliviada que no cambiaron muchas cosas. Los niños y adolescentes suben al colectivo que los lleva a su pequeña tortura diaria. Los más chicos más alegres, los adolescentes charlando entre ellos. Una amiga le dice a otra: "¡Mirá quién está ahí!". "Qué lindo es", responde la chica- que tiene una mochila de un trío que considero espantoso- con aspecto de dormida todavía.

En eso no cambió nada. Pero algunos detalles me hacen volver a la realidad y darme cuenta de que el tiempo pasó. Y ya no son los mismos tiempos. Un dúo de hermanos se sienta delante de mi asiento. El menor, de unos 7 años, lleva un celular con auriculares en la mano y comparte con su hermana aquello que está escuchando. Entonces, cambia de emisora y la más grande le dice: "Dejá ahí". Y el otro, enojado, le arrebata el auricular. La mayor de los hermanos queda perturbada y trata de molestarlo durante todo el trayecto, hasta que ya no aguanta más y le quita el celular para escuchar ella lo que quiere. Yo pienso: "¿No es más fácil compartirlo y escuchar un tema cada uno?". Parece que no, como en muchos ámbitos de la sociedad actual -más de lo que puedo soportar- el egoísmo se hace presente. Doy vuelta la cabeza y me doy cuenta del segundo hecho que me demuestra que los niños no son lo que eran. Un chico de unos 10 años juega despreocupadamente con el piercing verde fosforescente que lleva debajo de su labio inferior.

Los tiempos cambiaron, pienso. Y no sé si es bueno o malo.

Crónica 20

I
Voy a prepararme un tilo para calmarme. Como si sirviera de algo. Estoy convencida de que eso de que el tilo calma los nervios es un mito. Pero igual lo hago. El sólo ritual de ir a prepararme un té cuando todos están dormidos, me devuelve al eje. No sé cuál es, pero lo encuentro. Pongo la pava a calentar y me doy cuenta de que el tratado que hay en el hogar para que el lavado de los platos no recaiga sobre uno solo me deja en la posición menos favorable. Quedo como los países del tercer mundo en los pactos internacionales: no se sabe cómo pero siempre salen perjudicados. Y de pronto me maravilla cómo la cotidianeidad de prepararme un té me saca los nervios. No voy a poder comprobar si lo del tilo era un mito, porque no llegué a tomarlo y ya me relajé.

II
Y ahora lo recuerdo.

III
Escribir. Encontrar las palabras adecuadas para expresar ese sentimiento o pensamiento que queremos compartir con aquel que esté dispuesto a leer. Ese hecho simple ocurre ocasionalmente. Y hace que cada célula experimente una sensación de placer porque el cerebro, con todo el entramado social que porta, logró una de sus mas importantes y complicadas labores.

sábado, 16 de agosto de 2008

Crónica 19

I
Detesto cuando no puedo escribir rápidamente lo que se me viene a la cabeza. No soy tan genial como para retenerlo y después plasmarlo nuevamente. No es la necesidad de escribir porque sí. Es porque son sucesiones de palabras que son mejores a las que nunca escribí y allá se van... se pierden... se van volando por mi cerebro hacia afuera, y no vuelven.... y ya no redactaré frases tan interesantes y perfectas. Recuerdo que casual e irónicamente la que se me perdió ahora hablaba sobre aquellas contadas ocasiones en que uno encuentra las palabras exactas para decir lo que piensa.. pero, claro, lo decía mucho mejor que eso...

II
Le doy a las teclas con bronca...

III
Ya está. Mi cerebro tuvo su explosión del día... Ya está no porque haya terminado, sino porque ya no puedo hacer nada para detenerla...

sábado, 2 de agosto de 2008

Crónica 18

I
Hoy hay cosas que antes me preocupaban que ya no lo hacen tanto... Y me refiero a hoy, a este día... pero tengo la esperanza de que esta vez no sea algo efímero, sino de que perdure. Espero que sea que estoy madurando.

II
Lo intento pero no va a durar mucho esa sensación.

III
Si no escribo lo que se me viene a la cabeza en ese momento, luego se me olvida. Aunque me haya parecido una genialidad en ese instante. El papel a veces me inhibe. Pero tengo que compartirla. ¿Y entonces cómo hago para usar el teclado sin develar mis verdaderas intenciones? Nadie puede enterarse en ese momento que necesito escribir... porque pierde la gracia, la pureza de mis pensamientos. Si siento que hay alguien rondando por aquí la esencia se pierde y queda algo así. Como esto. Insulso. Simple necesidad de querer escribir algo sin saber por qué. Entonces: llamado a la solidaridad. Cuando vean que deambulo y estoy nerviosa sin motivo, déjenme escribir unas líneas. Eso es lo que necesito. Plasmar en caracteres y espacios eso que está pasando por mi cabeza. Nada más. Pero nada menos.

IV
Si no fuera tan pero tan inmensa y estúpidamente insegura. Seguro lograría muchas más cosas. Eso es lo de menos. Seguro sería mucho pero mucho más inmensa e inteligentemente feliz.

V
No soy feliz. Pero, ¿soy infeliz? ¿Tengo derecho a ser infeliz? Cuando tanta gente tiene verdaderos motivos para serlo... No, definitivamente no soy infeliz. Pero tampoco feliz. ¿Entonces? Soy la nada misma.

Crónica 17

I
¿Por qué me impongo reglas que me hacen infeliz? ¿Por qué me restrinjo y trato de ordenarlo todo si eso me hace mal?

II
Hay muy pocas cosas que hacen levantar mi autoestima. Hoy asistí a una. Es como una especie de eclipse para mí. Ocurre de tanto en tanto y me quedo absorta mirándolo cuando pasa.

viernes, 1 de agosto de 2008

Crónica 16

Un consejo tan simple pero tan útil... Sólo los grandes como Cortázar pueden dar consejos así. ¿Quién hubiera dicho que me iba a ayudar a mí a escribir...?

viernes, 25 de julio de 2008

Crónica 15

Cada vez es más evidente que acá dentro algo no anda bien... antes disimulaba ahora cada vez puedo menos

Crónica 14

Casualmente el otro día vi una película donde decían que la gente estúpida tiene menos posibilidad de volverse loca porque no tiene nada en la cabeza....

me reclaman, me reclaman, me piden que haga, me reclaman, me reclaman, tratan de convencerme, me convencen de que es lo que tengo que hacer, me reclaman, me reclaman. me reclaman...

¿A alguien le importa de verdad qué es lo que yo quiero hacer?

¿O que sea feliz?

Muy pocos............

martes, 22 de julio de 2008

Crónica 13

Estoy cansada de la gente idiota e irrespetuosa. Las dos cosas suelen ir de la mano. ¿Por qué me los tengo que bancar si yo hago todo lo correcto para vivir feliz y no molestar a los demás?

Si todos se dieran cuenta de que hay que respetar a los demás hasta en las mínimas cosas, todos estaríamos mejor.

ME TIENEN PODRIDA!!!!! TODOS LOS QUE NO PIENSAN NI UN SEGUNDO EN LOS DEMÁS. Desde los que salen borrachos o con alcohol en la sangre a manejar... hasta los estúpidos que te empujan en un recital impidiéndote disfrutar y no disfrutando ellos tampocos (y no hablo de pogos... que los hay muy respetuosos... hablo de empujar para estar en el mismo espacio físico en el que uno está... ¿NO TE DAS CUENTA DE QUE ES IMPOSIBLE FÍSICAMENTE QUE DOS CUERPOS OCUPEN EL MISMO ESPACIO? IDIOTA!!!! Si llegaste tarde, BANCÁTELA!


Cuando me da bronca algo, me da MUCHA bronca. Pero no me agarro a piñas por respeto a los demás.

miércoles, 9 de julio de 2008

Crónica 12

I
No se puede forzar a que un sentimiento aparezca así porque sí. Las relaciones humanas llevan un proceso. Y hay que darles tiempo para que maduren. Es así. No descubrí la pólvora. Pero hay gente que todavía no se da cuenta. Me llena de tristeza y me hace sentir culpable.

II
No hay un sentimiento o forma de pensar que llegue tarde. Me siento así en este momento porque sí. No tiene que ver con la edad. Por lo menos no con la mía.

martes, 1 de julio de 2008

Crónica 11

Me pone contenta enterarme de ciertas cosas... Sobre todo porque yo sabía que el tiempo me iba a dar la razón. Podía amoldarme a ese ideal... pero no lo era. Para nada. Y ahora sí. Ahora lo encontró. O eso parece... Espero que sea así. Realmente me da esperanzas de que cualquiera, y aún las personas más especiales, pueden encontrar lo que buscan.

lunes, 30 de junio de 2008

Crónica 10 (diferente a las demás)

En cierta forma dedicado a Sim

A veces algunas cosas (aunque sean las más sencillas o aparentemente triviales y/o superficiales) despiertan en mí las ganas de pensar, reflexionar y escribir mis ideas. Hacer algo que plasme la infinita cantidad de pensamientos que surgen en mi cerebro. Claro que no lo logro nunca. Debería dedicar muchas horas del día a escribir. Tal vez algún día lo haga. Pero no ahora.

Simplemente intento escribir un poco de lo que en esta media hora pasó por mi cabeza.

Hay una artista que admiraba hace un poco menos de diez años. Ya su arte no me representa tanto como cuando tenía 15 años. Para los que me conocen es claro que mis gustos musicales han cambiado bastante. Ahora me siento reflejada en todos aquellos músicos que en cierta forma todavía están fuera de ese mercado tan complicado como el de las grandes discográficas. Justamente de este tema habla esa cantante en el documental que una gran amiga me obsequió pero que voy a tomar como un préstamo sumamente generoso.

Como dije, puede ser algo superficial, pero ver algunas cosas despierta en mí muchos pensamientos. Tal vez es porque mi cerebro siempre está dispuesto a reflexionar e imaginar miles de cosas y sólo necesita un pequeño estímulo que desencadene la acción de pensar.

En este rato pensé en tantos temas que no podría reducir a un simple escrito. Lo que sí puedo es resumirlo en algunas líneas.

Quiero hacer algo que valga la pena pero no sé por dónde empezar. Siempre digo que soy insegura. Ya no sé si eso es tan verdad. Últimamente me dí cuenta de lo mucho que cambié. A lo que voy es que sé que si me decidiera a hacer algo seguramente lo conseguiría. "Algo" quiso que sea bastante capaz. Todas las cosas que me propuse hacer las logré en cierta forma... Si bien no destaco como excelente en muchas de ellas, tampoco me destaco como un desastre en ninguna. Eso no me pone orgullosa. Me pone sumamente nerviosa. Porque no sé a qué dedicar mi vida.

La vida no es nada en realidad. Escuché a Spinetta hace poco diciendo que tomó conciencia de la verdadera dimensión que ocupa en el mundo, en el Universo*. Casi nada. Un puntito más. Pero eso no lo lleva a él, como tampoco me lleva a mí, a pensar que entonces no vale nada la pena y da lo mismo hacer una cosa u otra. Yo pienso: Si soy casi nada tengo que hacer algo. No para trascender o que mi nombre sea super conocido. No. No se trata de eso. Si estoy acá voy a aprovechar este tiempo. Y no se trata del infinito debate sobre qué pasará después de la muerte. La verdad es que no me importa demasiado lo que pase después. Es ahora que tengo que hacer algo. Para que este momento, el presente, valga la pena. Es algo muy difícil de explicar. Pero yo lo entiendo y con eso creo que por el momento me basta.

Mi mamá interrumpe la línea de estos pensamientos con trivialidades, como que no compramos un jabón. Siempre piensa demasiado en esas cosas que al fin y al cabo no importan. Pero, ¿cómo se lo hago entender?. Sé que seguro piensa que no le presto atención porque estoy haciendo cosas triviales.

Escribo porque lo necesito. Y agradezco que el hombre haya creado algo tan bueno como la escritura. Un ser con la capacidad de crear algo tan complejo y tan maravilloso debería ser capaz de utilizar sus habilidades para algo mejor que ganar dinero.

Escribo para compartir con los demás, sí, pero también para aquellas veces en que me pierdo un poco. A lo mejor lo hago porque tal vez leyéndome a mi misma logre entender un poco aunque sea una mínima parte de lo que pasa por mi cabeza. Sé que mi señora madre tiene otras prioridades. Pero hoy a mis 23 años, y creo que toda la vida, mi prioridad va a ser reflexionar sobre todo. Algo entre filosófico y bohemio, creo.

El que lea esto sabe que accedió a una de las cosas más preciadas que tengo. Pero ¿de qué sirve si me la guardo para mí misma?.

*Lo sé Spinetta no es el primero que lo dice. También lo cito a él cuando dijo que uno a veces escucha el mismo concepto o frase miles de veces pero hasta que no está preparado para entenderlo en toda su dimensión no lo entiende. Es así. Uno puede recibir la misma enseñanza desde que nace y no tomar real conciencia de lo que significa. Hasta que un día, vaya a saber por qué, uno está preparado para comprenderlo. Y no puede ser algo impuesto desde el exterior, viene de adentro. Claro que ese "venir de adentro" en realidad responde a los miles de pensamientos que recibió desde afuera y que van configurando el propio pensamiento. Entonces, la reflexión viene de afuera, pero tiene que madurar en el interior para que realmente pueda ser aprovechado.

sábado, 21 de junio de 2008

Crónica 9

Alguien me preguntó por qué hace tanto tiempo no escribía acá. Y contesté que porque no tenía tiempo. Y es verdad. Pero en este momento que siento que el tiempo es mi enemigo y corre más rápido para que yo no llegue a cumplir con todas mis obligaciones, es cuando más necesito escribir.

Y cuando las lágrimas me mojan las mejillas tener a mano la música de una banda que toca mis sentimientos es algo invalorable. Como estoy tan sentimental les digo a esos músicos: gracias por existir. En otros momentos no valoro mucho estas cosas. Pero hoy sí. Me salva. Crea en mi mente espacios seguros, a resguardo de los deberes que me abruman.

lunes, 19 de mayo de 2008

Crónica 8

I
Di vuelta mi cara para que un rayo de sol que ingresaba por la ventanilla del tren me diera de lleno en el rostro. Sentir su tibia calidez mientras en mis auriculares sonaba una alegre canción hizo que la simpleza de viajar en un medio de transporte se transformara en un momento sublime.

II
A veces me quedo callada, no porque no tenga nada que decir, sino porque tengo demasiado.

martes, 6 de mayo de 2008

Crónica 7

I
Sabía que estaba donde tenía que estar. No muchas veces me pasa. Estaba contenta por esa seguridad pero en medio de tanta gente desconocida no podía terminar de entrar en confianza. Y de repente comprendo que dos amigas vienen a salvarme, aunque sea por un ratito, de esa tonta verguenza de estar sola en medio de tantas personas que saben exactamente lo que están haciendo. Las veo llegar y empezamos a hablar. Siempre tenemos tantas cosas que decirnos!. Se van y yo ya estoy contenta. Y me vuelvo a sentir todavía más segura de que estoy donde tengo que estar.

II
Hoy que es más factible el desarrollo intelectual de una ameba que de cualquier ser humano... cantemos una que sepamos más o menos. Peter Capusotto gracias.

III
El stress me hace doler. Es stress? Bueno, agotamiento mental y físico.

sábado, 3 de mayo de 2008

Crónica 6

I
Algunos son pensamientos fugaces.

II
No me gusta que el día se pase sin que haya hecho todo lo que me propuse al levantarme. No me gusta para nada y siempre me pasa lo mismo. Es mi culpa seguro porque no soy muy expeditiva. Me gusta tomarme mucho tiempo para hacer las cosas. Pero demasiado...

III
Me ofrecen participar en cosas que en cierta forma estaba buscando. Pero nunca me voy a sentir preparada para hacerlas. Será posible que nunca me sienta capacitada para nada? De afuera ven en mí cualidades que creen que son innatas pero que me requieren un gran esfuerzo. Recordar cosas o pensar en ciertos temas me es algo muy trabajoso. Lo logro finalmente pero no puedo hacerlo a la ligera, y todo repercute en mi cuello. Tengo una contractura terrible. Lo que sí hago naturalmente es pensar las cosas demasiado... Puede ser que entonces sea algo imanente a mí el hecho de pensar demasiado todo. Si no lo pienso en demasía no me siento capacitada para actuar, decir o escribir algo. Me parece algo contradictorio. Por eso me cuesta entenderme.

IV
No me gusta tomar decisiones. No me gusta.

V
Me encanta encontrar gente afín.

miércoles, 30 de abril de 2008

Crónica 5

I
Como han dicho tantas veces tantos autores, cuando uno está bien no le dan tantas ganas de escribir... pero cuando creé este espacio no lo pensé sólo para cuando estaba deprimida. Así que aunque hoy no tenga nada muy interesante que decir, escribo. Para que aquellos que alguna vez lean esto no crean que soy una persona infeliz. Todo lo contrario.

II
Ir a una tienda que vende artículos de limpieza puede ser un episodio totalmente gracioso. Sobre todo si la vendedora pone voz de locutora y te habla de las algas marinas, o la ampolla de nutri... nutricolor o nutriacción.. no recuerdo. Nos reímos y se da cuenta de que es muy ampuloso su modo de hablar. Se disculpa, riéndose ella también. Y si después la señora que cobra te confiesa que Elvis Presley fue su amor.

III
Liberadora clase de canto. Y alegre.

IV
Siempre me va a dar nervios ir a las clases de esa materia?

V
5 minutos por la calle Corrientes. Qué suerte tener recuerdos alegres.

lunes, 28 de abril de 2008

Crónica 4

I
No entiendo nada, pero a veces me odio. Me detesto tanto que no lo puedo creer...

II
Soy tan insegura... Otros con la mitad de mis cualidades y el doble de mis errores se sientes diez mil millones de veces más seguros que yo. Y yo no. Por qué? Me detesto nuevamente.

III
"No era ni feo, era inexistente". Qué grande China Zorrilla. Me hizo acordar de lo excelente que es el libro Rosaura a las diez. Debo leerlo de nuevo.

IV
La gente se aburre de mí. Estoy segura. La gran mayoría de los que me quiere, lo hace porque no le queda otra. Porque se acostumbraron a mí en uno de mis buenos días. Estoy segura. O porque tienen lazos sanguíneos conmigo, entonces no les queda otra. Estoy segura. Pero a veces no estoy tan segura. Tendré alguna cualidad? No quiero que nadie me diga que sí o que me cuente cuál es. Es inútil, no le voy a creer. No hoy. Estoy segura. De eso sí.

V
Seguiré la melancolía... ese fallido fue premonitorio...

VI
Igual no todo es tristeza eh? Sino no se podría vivir. Pero hoy fue un día loco.

VII
Todo estaba en mi cabeza. Tengo que escuchar más a las personas más sensatas que me rodean. Porque sino me hago problema por nada.

VIII
La entiendo tanto. Pero no pensé que le pasaría a ella. El querer quedarse en casa era algo que me sucedía a su edad, pero ella es tan distinta a mí... Seguramente pronto volverá a ser la de siempre.

Crónica 3

I
Otro domingo más. Se pasa como si nada hubiera pasado. Cuando empieza creo que tengo el mundo por delante. Cuando se va pienso que no lo aproveché. Odio este domingo híbrido de siempre.

II
Está ahí sentada con su guitarra. Empieza a tocar. Espera que alguien la venga a ayudar. Enfrenta a la gente con valentía, pero espera... Mietras suenan los acordes, de pronto él llega y la rescata. Como si fuera un superhéroe. Es sólo una ficción. Pero qué lindo se vio. Son esos momentos que los escenarios de Buenos Aires nos regalan.

III
Estoy cansada.

IV
Perdón. No sé qué pasa por mi mente. Pero espero que no pase pronto de nuevo.

sábado, 26 de abril de 2008

Crónica 2

I
Hoy lloré. Hace meses que no lloraba. Uno no debería acostumbrarse a eso. Pero hubo una época en que estaba realmente acostumbrada. Pero ya no. Estaba oxidada. Ya hasta había olvidado por qué uno empieza a sacar agua por los ojos. Había olvidado cómo llorar. Me volví a encontrar conmigo misma. The crying game...

II
Allí donde los martes intento dar mis primeros pasos para empezar a cantar. Escuchamos cómo nuestra profesora canta... y los músicos tocan. No hay mucha gente, pero el lugar está lleno. Michelle, ma belle... sont les mots qui vont tres bien ensemble, tres bien ensemble. Hablo con una compañera que me pregunta si vamos a saludar. Sí, vamos. Saludamos a la profe. Nos vamos con una linda sensación.

III
Remera con una imagen de Soda Stereo $35. Pero no es igual a las demás. La próxima la compramos.

IV
Qué feo que se vaya cuando estoy tan mal. Bueno, pero tiene sueño. Además, aunque me cueste aprender siempre es mejor que me deje sola en esos momentos. Pero en ESE momento en que estoy mal me molesta. Después me hace bien. Es posible que mi propia hermana me conozca mejor que yo?

viernes, 25 de abril de 2008

Crónica 1

I
Otro blog más...

II
Le sugerí a Charlie que haga un curso llamado: ¿Cómo ser dueño de un medio de comunicación con 0 pesos? Interesante. Pero no tengo tiempo para hacerlo. Por eso se lo recomendé a él... Quizás luego me pueda enseñar sobre las herramientas que todavía no sé utilizar.

III
Mientras espero el tren veo llegar a la estación dos adolescentes que vuelven del colegio. Las miro. Van vestidas a la moda. Seguramente pensarán qué mal que voy vestida. Miro sus pies. Tal vez no piensen eso de mí: llevan zapatillas parecidas a las mías. Un par no son sólo parecidas: son iguales. Negras con letras de colores. Sólo que las de ellas son más nuevas. Ellas también vieron las mías. Mientras se alejan veo como la dueña de la misma versíon de mis converse se mira los pies. Sí, se dio cuenta. ¿Habrá visto el futuro en mí? Los colores destiñen, por afuera el desgaste que da el uso. Pero siguen sirviendo a los fines de caminar por la vida.

IV
Bajo del tren. Entre la muchedumbre de gente veo una mochila de Depeche Mode. Qué lástima que Charlie no la consiguió. Está buena.

V
Intento viajar hacia la facultad. Salgo a un horario prudente que me permitirá llegar sólo 15 minutos tarde. Pero una hora después continuo en Ezeiza. Muchos colectivos no transportan pasajeros como yo porque llevan gente a un acto político. En mi ciudad nunca suceden cosas que convoquen tanta gente. El sistema de transporte público colapsa por la gran cantidad de calles cortadas. Mientras tanto escucho en los auriculares una canción que dice: "quiero viajar... quiero viajar..." Me río sola.

VI
Aviso a mi compañera que voy a llegar tarde. Me responde diciéndome que no vaya, que el profesor no da la clase. Qué suerte! Eludí la incómoda sensación de no llegar a horario.

VII
Me bajo del colectivo que me llevaba a mi frustrada clase. Voy a tomar el que me devuelve a mi hogar. Es notorio que hace mucho tiempo que no pasa. Hay mucha gente en la parada. Cuando llega me dispongo a subir en el turno que me toca. Una adolescente con guardapolvo blanco y aspecto rebelde recién llega y se dispone a subir antes que yo. Una chica de mi edad pero mucho más elegante hace lo mismo que la otra. Qué bronca!! Me molesta que la gente no respete las normas básicas de convivencia con los demás. La rubia elegante sube. La chica en edad escolar me dice: Subí. Ups! Qué prejuiciosa fui, pero su actitud de pararse delante mío me daba cuenta de que quería subir antes que los demás. Tal vez cambió de opinión al ver mi cara de disgusto cuando la otra subió en el turno que no le correspondía. No, dejá que suba la señora que estaba antes. Esa fue mi respuesta. La señora agradece y sube. Yo subo detrás. Me siento pensando en la rubia. Los valores se demuestran en las pequeñas cosas, las personas que hacen esas cosas después no tienen derecho a quejarse de los políticos corruptos, porque hacen lo mismo que ellos pero en menor escala. Veo pasar a la chica elegante para atrás. Se tuvo que parar para dar el asiento a una señora con un chico en brazos. Me alegro. No todo está perdido.

VIII
Caminamos por una avenida de Capital. Una señora habla por teléfono. Vemos pasar a un vampiro. Alguien dice que parece un travesti. A mi no me parece. Un gran salón abandonado nos apena. La cantidad de cosas que se podría hacer en un lugar tan lindo! Debemos volver. La señora continúa su charla. Llegamos al lugar que queríamos. Encontramos gente conocida. Escuchamos una banda nueva con mucha onda. Lo pasamos bien. Salimos y volvemos a la rutina.