miércoles, 30 de abril de 2008

Crónica 5

I
Como han dicho tantas veces tantos autores, cuando uno está bien no le dan tantas ganas de escribir... pero cuando creé este espacio no lo pensé sólo para cuando estaba deprimida. Así que aunque hoy no tenga nada muy interesante que decir, escribo. Para que aquellos que alguna vez lean esto no crean que soy una persona infeliz. Todo lo contrario.

II
Ir a una tienda que vende artículos de limpieza puede ser un episodio totalmente gracioso. Sobre todo si la vendedora pone voz de locutora y te habla de las algas marinas, o la ampolla de nutri... nutricolor o nutriacción.. no recuerdo. Nos reímos y se da cuenta de que es muy ampuloso su modo de hablar. Se disculpa, riéndose ella también. Y si después la señora que cobra te confiesa que Elvis Presley fue su amor.

III
Liberadora clase de canto. Y alegre.

IV
Siempre me va a dar nervios ir a las clases de esa materia?

V
5 minutos por la calle Corrientes. Qué suerte tener recuerdos alegres.

lunes, 28 de abril de 2008

Crónica 4

I
No entiendo nada, pero a veces me odio. Me detesto tanto que no lo puedo creer...

II
Soy tan insegura... Otros con la mitad de mis cualidades y el doble de mis errores se sientes diez mil millones de veces más seguros que yo. Y yo no. Por qué? Me detesto nuevamente.

III
"No era ni feo, era inexistente". Qué grande China Zorrilla. Me hizo acordar de lo excelente que es el libro Rosaura a las diez. Debo leerlo de nuevo.

IV
La gente se aburre de mí. Estoy segura. La gran mayoría de los que me quiere, lo hace porque no le queda otra. Porque se acostumbraron a mí en uno de mis buenos días. Estoy segura. O porque tienen lazos sanguíneos conmigo, entonces no les queda otra. Estoy segura. Pero a veces no estoy tan segura. Tendré alguna cualidad? No quiero que nadie me diga que sí o que me cuente cuál es. Es inútil, no le voy a creer. No hoy. Estoy segura. De eso sí.

V
Seguiré la melancolía... ese fallido fue premonitorio...

VI
Igual no todo es tristeza eh? Sino no se podría vivir. Pero hoy fue un día loco.

VII
Todo estaba en mi cabeza. Tengo que escuchar más a las personas más sensatas que me rodean. Porque sino me hago problema por nada.

VIII
La entiendo tanto. Pero no pensé que le pasaría a ella. El querer quedarse en casa era algo que me sucedía a su edad, pero ella es tan distinta a mí... Seguramente pronto volverá a ser la de siempre.

Crónica 3

I
Otro domingo más. Se pasa como si nada hubiera pasado. Cuando empieza creo que tengo el mundo por delante. Cuando se va pienso que no lo aproveché. Odio este domingo híbrido de siempre.

II
Está ahí sentada con su guitarra. Empieza a tocar. Espera que alguien la venga a ayudar. Enfrenta a la gente con valentía, pero espera... Mietras suenan los acordes, de pronto él llega y la rescata. Como si fuera un superhéroe. Es sólo una ficción. Pero qué lindo se vio. Son esos momentos que los escenarios de Buenos Aires nos regalan.

III
Estoy cansada.

IV
Perdón. No sé qué pasa por mi mente. Pero espero que no pase pronto de nuevo.

sábado, 26 de abril de 2008

Crónica 2

I
Hoy lloré. Hace meses que no lloraba. Uno no debería acostumbrarse a eso. Pero hubo una época en que estaba realmente acostumbrada. Pero ya no. Estaba oxidada. Ya hasta había olvidado por qué uno empieza a sacar agua por los ojos. Había olvidado cómo llorar. Me volví a encontrar conmigo misma. The crying game...

II
Allí donde los martes intento dar mis primeros pasos para empezar a cantar. Escuchamos cómo nuestra profesora canta... y los músicos tocan. No hay mucha gente, pero el lugar está lleno. Michelle, ma belle... sont les mots qui vont tres bien ensemble, tres bien ensemble. Hablo con una compañera que me pregunta si vamos a saludar. Sí, vamos. Saludamos a la profe. Nos vamos con una linda sensación.

III
Remera con una imagen de Soda Stereo $35. Pero no es igual a las demás. La próxima la compramos.

IV
Qué feo que se vaya cuando estoy tan mal. Bueno, pero tiene sueño. Además, aunque me cueste aprender siempre es mejor que me deje sola en esos momentos. Pero en ESE momento en que estoy mal me molesta. Después me hace bien. Es posible que mi propia hermana me conozca mejor que yo?

viernes, 25 de abril de 2008

Crónica 1

I
Otro blog más...

II
Le sugerí a Charlie que haga un curso llamado: ¿Cómo ser dueño de un medio de comunicación con 0 pesos? Interesante. Pero no tengo tiempo para hacerlo. Por eso se lo recomendé a él... Quizás luego me pueda enseñar sobre las herramientas que todavía no sé utilizar.

III
Mientras espero el tren veo llegar a la estación dos adolescentes que vuelven del colegio. Las miro. Van vestidas a la moda. Seguramente pensarán qué mal que voy vestida. Miro sus pies. Tal vez no piensen eso de mí: llevan zapatillas parecidas a las mías. Un par no son sólo parecidas: son iguales. Negras con letras de colores. Sólo que las de ellas son más nuevas. Ellas también vieron las mías. Mientras se alejan veo como la dueña de la misma versíon de mis converse se mira los pies. Sí, se dio cuenta. ¿Habrá visto el futuro en mí? Los colores destiñen, por afuera el desgaste que da el uso. Pero siguen sirviendo a los fines de caminar por la vida.

IV
Bajo del tren. Entre la muchedumbre de gente veo una mochila de Depeche Mode. Qué lástima que Charlie no la consiguió. Está buena.

V
Intento viajar hacia la facultad. Salgo a un horario prudente que me permitirá llegar sólo 15 minutos tarde. Pero una hora después continuo en Ezeiza. Muchos colectivos no transportan pasajeros como yo porque llevan gente a un acto político. En mi ciudad nunca suceden cosas que convoquen tanta gente. El sistema de transporte público colapsa por la gran cantidad de calles cortadas. Mientras tanto escucho en los auriculares una canción que dice: "quiero viajar... quiero viajar..." Me río sola.

VI
Aviso a mi compañera que voy a llegar tarde. Me responde diciéndome que no vaya, que el profesor no da la clase. Qué suerte! Eludí la incómoda sensación de no llegar a horario.

VII
Me bajo del colectivo que me llevaba a mi frustrada clase. Voy a tomar el que me devuelve a mi hogar. Es notorio que hace mucho tiempo que no pasa. Hay mucha gente en la parada. Cuando llega me dispongo a subir en el turno que me toca. Una adolescente con guardapolvo blanco y aspecto rebelde recién llega y se dispone a subir antes que yo. Una chica de mi edad pero mucho más elegante hace lo mismo que la otra. Qué bronca!! Me molesta que la gente no respete las normas básicas de convivencia con los demás. La rubia elegante sube. La chica en edad escolar me dice: Subí. Ups! Qué prejuiciosa fui, pero su actitud de pararse delante mío me daba cuenta de que quería subir antes que los demás. Tal vez cambió de opinión al ver mi cara de disgusto cuando la otra subió en el turno que no le correspondía. No, dejá que suba la señora que estaba antes. Esa fue mi respuesta. La señora agradece y sube. Yo subo detrás. Me siento pensando en la rubia. Los valores se demuestran en las pequeñas cosas, las personas que hacen esas cosas después no tienen derecho a quejarse de los políticos corruptos, porque hacen lo mismo que ellos pero en menor escala. Veo pasar a la chica elegante para atrás. Se tuvo que parar para dar el asiento a una señora con un chico en brazos. Me alegro. No todo está perdido.

VIII
Caminamos por una avenida de Capital. Una señora habla por teléfono. Vemos pasar a un vampiro. Alguien dice que parece un travesti. A mi no me parece. Un gran salón abandonado nos apena. La cantidad de cosas que se podría hacer en un lugar tan lindo! Debemos volver. La señora continúa su charla. Llegamos al lugar que queríamos. Encontramos gente conocida. Escuchamos una banda nueva con mucha onda. Lo pasamos bien. Salimos y volvemos a la rutina.